El monumento de los Héroes de Cavite se inauguró en Cartagena el 9 de noviembre de 1923, erigido por suscripción popular, para honrar en la memoria de los héroes que lucharon en la guerra de Santiago de Cuba y Cavite. A la inauguración acuden el Jefe de Gobierno, general Primo de Rivera, junto a SS.MM. los Reyes de España Alfonso XIII y Dª. Victoria.
Esta historia empieza con un hecho, aparentemente fortuito, que cambiaría el curso de la guerra independencia de las colonias de Cuba y Filipinas. 15 de febrero de 1898 en el puerto de La Habana estalla el crucero Maine de la Armada Norteamericana y España es culpada del suceso por los Estados Unidos que, aliándose con Cuba, se enfrenta a España. Cartagena, apenas recuperada de la destructiva guerra cantonal, ve partir por su puerto a sus hijos...
Las Autoridades delante del monumento el día de su inauguración.
Inauguración el 9 de noviembre de 1923. El general Primo de Rivera, junto a SS.MM. los Reyes de España Alfonso XIII y Dª. Victoria.
Inauguración el 9 de noviembre de 1923.
El monumento, obra del escultor asturiano Julio González Pola, posee unas dimensiones de 15 metros de altura sobre una base de 8 m², y su composición de materiales varía entre piedra marmórea, mármol negro y bronce.
El obelisco presenta en dos frentes contrapuestos la personificación de la Gloria como una mujer presentando unas coronas florales a los mártires y el escudo de España, bajo el que figura la inscripción: «A los heroicos marinos de Cavite y Santiago de Cuba, 1898. Honor a las escuadras de Cervera y Montojo». También en mármol encontramos los nombres de los oficiales que fallecieron durante aquellas batallas.
En la base del monumento encontramos el conjunto escultórico propiamente dicho, dividido en dos partes: en una, un marinero permanece en pie con un fusil con la cabeza erguida en actitud desafiante y en defensa de sus compañeros muertos, un oficial sobre el cañón, manteniendo su mano sobre la bandera del barco; otro marinero que cae en el momento de preparación de la carga y por último de otro marino que yace sobre lo que representa la cubierta de la nave. Las figuras del otro grupo parecen atentas a la Patria, representada como una mujer que guía a los soldados extendiendo su brazo izquierdo y dejando su mano derecha sobre el marino, significando esto la disciplina y obediencia, a la vez que en el oficial a su lado se ha querido ver la conciencia del deber.
El monumento se levanta en la que se llamaba Glorieta de Don Francisco Albacete. Era alcalde de la ciudad Don Alfonso Torres López.
Aspecto de la plaza en los años de 1930. A la izquierda se ve el Club de Regatas.
Desfile militar.
Al fondo, a la izquierda, podemos ver las puertas de entrada del antiguo muelle.
Vista aérea de la plaza.
Un domingo de paseo en los años 60.
El monumento y al fondo el Ayuntamiento, la Catedral de Santa María La Vieja y el edificio del Gobierno Militar.
Una bella toma del monumento.
Imagen destacamos el Submarino Peral y el Restaurante Mare Nostrum
Otra vista de los jardines que rodean al monumento.
Con el transcurso de los años el monumento sufrió diversos daños, por lo que se procedió a su restauración. En una de esas rehabilitaciones se sustituyeron las figuras que eran en piedra por otras realizadas en bronce
Remodelación del monumento.
Noticia en el diario sobre el vandalismo que sufren las esculturas.
Imágenes de las flotas a las que alude el monumento
El 1 de mayo y el 3 de julio de 1.898, las débiles flotas mandadas por Don Patricio Montoro y Don Pascual Cervera, respectivamente, sucumbieron en aguas de Cavite la primera y de Santiago de Cuba la segunda, en desigual combate contra buques norteamericanos.
En Cavite se contaba con 7 buques, entre los que se encontraban el crucero de 1ª clase Reina Cristina (insignia de Montojo), los cruceros de 2ª clase Isla de Cuba, Isla de Luzón, Castilla, Don Antonio Ulloa, Don Juan de Austria, y el Velasco.
El “Reina Cristina”, crucero de 1ª clase construido en El Ferrol en 1887. Buque insignia de la flota española en Filipinas.
El buque “Reina Cristina” hundido.
El crucero de 2º clase “Isla de Cuba”. Hundido en Manila en 1898.
El crucero de 2º clase “Isla de Luzón”. Hundido en Manila en 1898 y reflotado después, al igual que el “Isla de Cuba” por Estados Unidos.
El “Castilla”. El único crucero de madera que participó en la batalla.
Imagen tomada del crucero “Don Antonio Ulloa” después de la batalla.
En Cuba, el almirante Don Pascual Cervera dirigía la flota de los cruceros acorazados Vizcaya, Almirante Oquendo, Infanta María Teresa y Cristóbal Colón, y los destructores contra-torpederos Plutón, Furor y Terror.
El crucero acorazado “Vizcaya”
En esta otra fotografía del “Vizcaya” pueden apreciarse 3 grandes agujeros en su casco, la torre de 11″ ha sido arrancada por una explosión y el puente de navegación de madera ha desparecido.
El crucero acorazado “Almirante Oquendo”El crucero acorazado “Almirante Oquendo”Eucaristía en el “Almirante Oquendo”Ejército de fusileros del “Almirante Oquendo”El crucero acorazado “Almirante Oquendo” embarrancado y aún ardiendo.El buque insignia del Almirante Cervera, el crucero acorazado “Infanta María Teresa”Crucero acorazado “Cristóbal Colón”. Aunque estaba a falta de sus cañones principales de 10″ formó parte de la escuadrilla de Cervera.Una fotografía de los oficiales del “Cristóbal Colón”.Marinos en cubierta del crucero acorazado “Cristóbal Colón”Fotografía del destructor contra-torpedero “Furor”
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